¿Qué va a pasar con el 'boom' de la vivienda?

5 de Julio de 2022 Comercial

Los demandantes han perdido la prisa por comprar pero la oferta no está reaccionando.

En 2021 las estrellas se alinearon con el objetivo de favorecer al mercado residencial y crearon una coyuntura económica y financiera idílica. Si aquél fuera un automóvil, diría que en enero circulaba con la tercera marcha, en abril iba en cuarta y en diciembre en quinta y acelerando. En síntesis, surgió un nuevo boom inmobiliario.

Las principales claves de la magnífica evolución del mercado de la vivienda fueron un elevado crecimiento económico, una gran creación de ocupación, un considerable ahorro de las familias, una escasa rentabilidad ofrecida por la renta fija, los menores tipos de interés de la historia y una guerra hipotecaria entre entidades financieras.

En el anterior ejercicio, un espectacular incremento de la demanda absorbió con inusitada rapidez una elevada disponibilidad de inmuebles. El plus de la última variable vino dado por la oferta inesperada y la demorada, dos modalidades prácticamente invisibles durante la postrera década.

La primera provenía de un gran aumento de las viviendas procedentes de herencias. La segunda procedía de los propietarios que no tenían prisa por vender en 2020. En dicho año, decidieron retrasar la comercialización de sus inmuebles, pues consideraron sumamente improbable obtener por ellos el precio deseado.

La interacción entre la oferta y la demanda supuso la venta de 674.014 unidades. Las transacciones realizadas superaron en un 38,3% y 18,2% las efectuadas en 2020 y 19, respectivamente. La anterior cifra es la más elevada desde 2007 e incorpora el récord de comercialización de viviendas usadas. En el pasado año, se enajenaron 602.080 unidades de las últimas, una cuantía que superó en un 6,6% la anterior marca alcanzada en 2005.

Fuente: diario expansion